"Les daré un corazón íntegro e infundiré en ellos un espíritu nuevo: les arrancaré el corazón de piedra y les daré un corazón de carne, para que sigan mis leyes y pongan por obra mis mandatos; serán mi pueblo y yo seré su Dios”. — Ezequiel 11:19-20
Tal vez haya leído, o leído a sus hijos o nietos, el libro de C.S. Lewis “El león, la bruja y el ropero,” o quizás haya visto la película con un sobrino o sobrina. Si es así, sabrá que al final de la historia hay un momento crítico en el que Aslan el León, que representa a Jesucristo, devuelve la vida a todas las criaturas que la Bruja Blanca había convertido en estatuas.