"Pedro, junto con los Apóstoles, respondió: ‘Hay que obedecer a Dios antes que a los hombres’” (Hechos 5, 29).
Hoy hay en el mundo más de 400.000 hombres que respondieron a la llamada al sacerdocio. Son 400.000 hombres únicos e irrepetibles. No hay dos iguales, no hay dos con los mismos talentos, no hay dos que sigan el mismo camino hacia la ordenación.