"Porque un niño nos ha nacido, un hijo nos ha sido dado” — Isaías 9:5
Queridos hermanos y hermanas en Cristo,
A medida que se acerca la Navidad, los días se vuelven más oscuros. En Tierra Santa hay guerra e ira. La cultura en la que vivimos parece cada vez más centrada en las cosas materiales del mundo. Miramos a nuestro alrededor y vemos a los que están física y espiritualmente hambrientos, sedientos, desnudos, enfermos y encarcelados. Puede parecer que la oscuridad es opresiva.