Hemos entrado en un nuevo año litúrgico y también en el tiempo de Adviento. En el ajetreo y las distracciones de los preparativos para la Navidad y todas las celebraciones navideñas, puede ser muy fácil que perdamos de vista la importancia del tiempo de Adviento y la preparación espiritual a la que la Iglesia nos llama antes de Navidad.